La empresa redujo en 12 toneladas la emisión de Gas de Efecto Invernadero (GEI) en menos de un año.

Nutrire recibió, en febrero, el certificado de beneficios socioambientales por la utilización de resinas y envases plásticos recuperados y producidos con prácticas sostenibles. El documento, cedido por la Alcaplas, es un reconocimiento al trabajo y al empeño en las acciones de protección y responsabilidad ambiental.

Un estudio del Centro Nacional de Descubrimiento del Clima de Australia divulgó que los cambios climáticos pueden llevar al colapso de la humanidad hasta el 2050. Además, la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA) mostró que el nivel de gas carbónico en la atmósfera de la Tierra fue el más alto desde 1958.

Esos son solamente algunos de los datos fácilmente encontrados en publicaciones y estudios internacionales. Sin embargo, se habla poco sobre las acciones prácticas que las industrias pueden adoptar para ayudar a evitar ese colapso. “El consumo sostenible es un conjunto de prácticas que tiene el fin de reducir o incluso eliminar los impactos al medio ambiente”, explica el experto en medio ambiente de Nutrire, Murilo Souza.

La empresa, que produce alimentos para mascotas y tiene sede en los estados de Río Grande del Sur y Minas Gerais, es un ejemplo en la comprensión de la urgencia de que los procesos ambientales se revisen y remodelen. “A lo largo de su trayectoria, Nutrire se cuestiona sobre los beneficios de la inclusión de materiales sostenibles, y cree que esas pequeñas actitudes pueden contribuir para la mejora de nuestra región e incluso del planeta. Por eso, estamos invirtiendo en estudios e investigaciones de productos sostenibles para la utilización en nuestros procesos”, agrega.

Nutrire también invierte en asociaciones para el destino ambientalmente adecuado de los envases, ayudando y capacitando para la ampliación productiva de las cooperativas de recolectores de basura, el fortalecimiento de los puntos de entrega voluntaria e inversión en campañas de concientización, a fin de sensibilizar a los consumidores para la correcta separación y destinación de los envases.

“El Observatorio Mauna Loa Atmospheric Baseline, de Hawaii, reveló también que hubo, desde el año pasado hasta hora, un aumento de 3,5 partes por millón (ppm) en las emisiones de CO2, uno de los principales gases responsables por el efecto invernadero. Con un aumento continuo de ese y otros gases de efecto invernadero, el calentamiento global llega a un momento crítico”, alerta Souza.

El reciente Panel Internacional de Cambios Climáticos divulgó que solamente un aumento de 1,5°C arriba de los niveles preindustriales antes del 2100 puede significar riesgos serios a la salud. Es por eso que programas ambientales promovidos por las industrias con foco en los colaboradores también son tan importantes. “Nosotros creamos el ‘Buenas Prácticas Ambientales’, en que los colaboradores son orientados a cumplir las normas ambientales en vigor. Además, damos el ejemplo práctico, ya que solamente 3% de nuestros residuos va para el vertedero. Los residuos industriales van para el Coprocesamiento, que es el destino final ambientalmente adecuado de residuos en hornos de cemento”, explica.

Nutrire también concretó una asociación con la comunidad local, donde se hace el compostaje de todos los residuos orgánicos, que se vuelven abono para ayudar en el pasto. “Los residuos electrónicos se envían a Ambe Gerenciamento de Resíduos Tecnológicos, donde son segregados y destinados para el reciclaje”, finaliza el experto.